Francisco de Miranda y Rodríguez: "¡Bochinche, bochinche, esta gente solo sabe hacer bochinche!".

“¡Bochinche, bochinche, esta gente sola saber hacer bochinche!”. Se dice que estas fueron las palabras de un indignado pero al mismo tiempo decepcionado, Francisco de Miranda y Rodríguez, al constatar como un grupo de miserables traidores, entre los cuales se encontraba Simón Bolívar y Ponte, arteramente armados, lo detenían, para horas después, increíblemente, entregarlo a las fuerzas enemigas de la Corona Española.

La expresión “bochinche”, es un término que significa “asonada”, es decir, reunión atropellada y violenta dirigida a conseguir un fin. La reunión infame, constituida por cobardes arribistas y  envidiosos oportunistas apertrechados con armas; en tanto que, el fin, traicionar al “Americano más Universal”, cuya reputación impedía que mantuanos racistas y ambiciosos tomaran el poder de los ejércitos americanos, y el control totalitario sobre los territorios conquistados. No por nada, después, el intento de emperadorzuelo en contubernio con sus sátrapas serviles, bautizó, a las extensas tierras circundantes del Lago Titicaca, con el nombre de “Bolivia”, aunque bien podían haberla llamado "Simonlandia" o "Bolisburgo".

Hoy, en pleno siglo 21, los socialistas bolivarianos, que nunca descansan en adulos y lisonjas a favor del mantuano Simón Bolívar, ocultan la infamia cometida por su “maestro”, o intentan racionalizar la cobarde traición que tuvo como consecuencia, la muerte de Miranda en una repugnante cárcel española. Carentes de la más mínima vergüenza los socialistas bolivarianos, incluso, tienen el supino cinismo de explotar a su favor el buen nombre y la reputación de Francisco de Miranda y Rodríguez.

Al mirar la tragedia de América Latina, históricamente destrozada por intereses económicos espurios, expoliada por el conservadurismo clerical y mercantilista, masacrada por sangrientas guerras civiles, agredida por dictaduras y falsos gobiernos democráticos, hundida en la ignorancia y la barbarie cultural, las palabras del “Americano más Universal” están más vigentes que nunca: “¡Bochinche, bochinche, esta gente solo sabe hacer bochinche!”.